AUMENTAN LOS DIVORCIOS EN PAREJAS A PARTIR DE 60 AÑOS

El número de divorcios considerados globalmente ha descendido estos últimos dos tres años, posiblemente como causa de la crisis. Pero paralelamente de forma gradual aumenta un tipo de divorcios de parejas que están en torno a los 60 años.

Los modelos sociales y los valores actuales están cambiando y cada vez aceptamos más la idea de que a lo largo de nuestra vida podemos tener varias parejas y reconstituir la familia en más de una ocasión. La familia mononuclear única y feliz  todavía persiste en nuestro ideal y entra en contradicción con la realidad social y eso provoca en muchos casos la sensación de fracaso por no haber podido conseguir lo previsible y lo esperado.  Este fenómeno todavía es más acentuado en parejas que nacieron en una época en la que el divorcio, era una realidad excepcional y estaba mal visto.

En muchos casos, cuando los hijos ya  se emancipan y la pareja vuelve a quedar sola, se enfrenta a una situación de novedad que no siempre es capaz de asimilar. La pareja a esta edad posiblemente habrá pasado cerca de 40 años viviendo con la pareja e hijos, ocupados por todos los problemas y quehaceres que conlleva este tipo de organización familiar. Muchos afirman que cuando sus hijos no están ya en casa, experimentan una sensación de vacío que no saben gestionar. En otros casos la pareja afirma sentirse libre ya sin cargas familiares para tomar una decisión que han ido postergando por no romper la unidad familiar. Por eso a partir de ese momento en que existe más tiempo para pensar y más libertad para decidir, no resulta extraño que muchas parejas den el paso que hasta el momento habían postergado o no se habían atrevido a dar.

También se debe  tener en cuenta, que los matrimonios de esa edad, vivieron una época en la que contraían matrimonio siendo muy jóvenes y también tenían su primer hijo a una edad mucho más temprana que la edad en la que las parejas actuales son padres por primera vez.  Se encuentran entonces, con que ahora ya a esa edad madura y sin cargas familiares no han vivido ni han llevado a cabo muchas de las cosas que hubieran deseado, para realizarse personal y profesionalmente.   Los datos nos muestran que si la pareja es obstáculo para conseguirlas no dudarán en romper los lazos matrimoniales y comenzar una nueva etapa  personal y familiar.


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