CRISIS DE PAREJA



La frase crisis de pareja está ya en nuestro vocabulario o en nuestras conversaciones con amigos y familiares. Cada vez hay más parejas que se rompen o están en crisis lo demuestra el hecho del notable incremento de divorcios, solicitudes de terapia de pareja y de diferentes formas de ayuda psicológica. El fracaso es una opción que no contemplamos al inicio de un establecimiento de relaciones serias de pareja. El inicio de la pasión y el del amor ciego nos hace creer invulnerables a la ruptura. Pero la convivencia y el tiempo pone las cosas en su sitio y nos hace ver el costado amargo de la pareja. 

Hay muchos y diferentes motivos que llevan a la ruptura o a la crisis de pareja. Muchas veces no existe un solo motivo y son varias las causas o una sucesión de las mismas. Voy a exponer en varios artículos una serie de causas que explican por que hay tantas rupturas de parejas. A ver si encuentra en estas líneas la causa de sus problemas conyugales para así poderles hacer frente. No obstante en la mayoría de las ocasiones solo es necesario comunicación, sinceridad y paciencia para superar esta dura etapa. Enumeraremos algunas de ellas para que las pueda identificar o prevenir.

La falta de preparación para la vida diaria en convivencia con otra persona es una de estas causas. En estas crisis de pareja anteriores a la ruptura, es innegable el hecho de que no se nos prepara para ello. Expertos terapeutas indican la falta de comunicación y de aptitudes sociales necesarias para la convivencia. Estas aptitudes no se aprenden  ni se enseñan en ningún otro lugar que no sea con la vida misma. La falta de comunicación y de empatía provoca un aislamiento y falta de sinceridad que llevan a un distanciamiento que puede llegar a romper la pareja. La convivencia es algo que no se nos ha enseñado y de la que no tenemos experiencia ni práctica previa. La única muestra de la que podemos aprender mínimamente es la que hemos vivido de nuestros padres, aunque el punto de vista y de perspectiva es completamente diferente. Además es bastante probable que durante nuestra infancia hayamos aprendido roles negativos de la convivencia de nuestros progenitores. 

En una sociedad tan individualista como la nuestra, el culto a la personalidad propia propicia un egoismo exacerbado, unido a la falta de comunicación y a un desgaste progresivo de la relación de pareja ocasiona un resurgimiento de la necesidad de satisfacción y realización personal. La falta de entendimiento de la pareja, aumenta proporcionalmente las necesidades de una vuelta a la soltería y del disfrute personal. En estos casos son muchos los que no acusan graves problemas de convivencia, si no que más bien es el hecho de no saber disfrutar de la vida y del ocio en común y al querer evitar el coste psicológico de solucionar los problemas de convivencia, se va a la ruptura de pareja que es lo más fácil.

Como hemos mencionado anteriormente al empezar una relación el amor y la pasión inicial fomentan unas expectativas de convivencia demasiado altas que a menudo no se van a cumplir. La idealización de un amor eterno provoca que el choque con la realidad de la rutina diaria te lleve a una profunda frustración. El enamoramiento inicial oculta las lógicas carencias y defectos que cada individuo posee. La vida en común ocasiona diversas fases de convivencia que varían con el tiempo y las emociones de cada uno. El fin de la primera fase de un enamoramiento y el estancamiento del deseo sexual llevan a la pareja a la crisis. Cuando la fase de enamoramiento y pasión inicial termina, esos defectos salen a flote y provocan una valoración negativa de su vida en común.

Estas son solo algunas de las causas de las crisis de parejas actualmente. ¿Te has visto reconocida en alguna de ellas? Coméntanos tu caso. En un próximo artículo seguiré con este tema. 

Comentarios

Entradas populares